Profesores y filósofos responden a estas preguntas: ¿a quién se le ocurre relegar el pensamiento en la enseñanza? ¿Qué repercursión tiene esta ausencia en el aprendizaje de la vida?
Pero ¿a quién se le ocurre quitar la Filosofía de la primaria, de la secundaria, del bachillerato? Al Gobierno. Y, ¿por qué? Además, ¿a quién sirve que el pensamiento se relegue entre las materias que forman parte del aprendizaje de la vida? ¿Cómo han reaccionado los filósofos? ¿Y los que enseñan Filosofía? Pues con estupor, cómo van a reaccionar.