Para lograr este objetivo, como bien se hace referencia en el ODS4, es necesario hacerlo, entre otras cosas, mediante la educación para el desarrollo sostenible y la adopción de estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad entre los géneros, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural y de la contribución de la cultura al desarrollo sostenible, entre otros medios. Es decir, a través de la promoción de una cultura de paz que consiste en el desarrollo de valores, actitudes, tradiciones, comportamientos y estilos de vida basados en:
- El respeto a la vida, el fin de la violencia y la promoción y la práctica de la noviolencia por medio de la educación, el diálogo y la cooperación.
- El respeto pleno de los principios de soberanía, integridad territorial.
- El respeto pleno y la promoción de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales.
- El compromiso con el arreglo pacífico de los conflictos.
- Los esfuerzos para satisfacer las necesidades de desarrollo y protección del medio ambiente.
- El respeto y el fomento de la igualdad de derechos y oportunidades de mujeres y hombres.
- El respeto y el fomento del derecho de todas las personas a la libertad de expresión, opinión e información.La adhesión a los principios de libertad, justicia, democracia, tolerancia, solidaridad, cooperación, pluralismo, diversidad cultural, diálogo y entendimiento a todos los niveles de la sociedad y entre las naciones.
La educación, a todos los niveles, es el medio esencial para construir esa cultura del diálogo, la tolerancia y la diversidad que exigen los nuevos retos a que se enfrenta la sociedad. Debe desarrollar las capacidades necesarias y proporcionar las herramientas adecuadas a los ciudadanos, para que puedan comprender la realidad social en la que viven y los problemas de la comunidad internacional de la que forman parte. Y, de esta manera, poder analizar y afrontar las distintas situaciones y conflictos con criterio propio y juicio ético, defender un sistema de valores basado en la justicia, la tolerancia y el respeto a la diversidad, contribuyendo a la construcción de la paz y la democracia.
La educación para la paz tiene como finalidad desarrollar en todas las personas las actitudes, comportamientos y valores en que se basa la cultura de paz, para construir una ciudadanía más justa, más democrática, más solidaria y tolerante.
Los valores y principios que deben orientar la educación para la paz podrían extraerse del “Manifiesto 2000”, redactado por los premios Nobel de la Paz:
- Respetar la vida y la dignidad de cada persona, sin discriminación ni prejuicios y aprender a vivir con los demás.
- Rechazar la violencia en todas sus formas: física, sexual, sicológica, económica y social, en particular hacia los más débiles y vulnerables, como los niños y los adolescentes
- Compartir con los demás, cultivando la generosidad a fin de terminar con la exclusión, la injusticia y la opresión política y económica.
- Conservar el planeta, promoviendo el consumo responsable y un modo de desarrollo sostenible que tenga en cuenta la importancia de todas las formas de vida y el equilibrio de los recursos naturales.
- Contribuir al desarrollo de mi comunidad, propiciando la plena participación de las mujeres y el respeto de los principios democráticos, con el fin de crear juntos nuevas formas de solidaridad.
Los cuatro pilares de aprendizaje del Informe Jacques Delors “La educación encierra un tesoro” podrían considerarse también los cuatro pilares de la educación para la paz:
- Aprender a conocer: dominar los instrumentos necesarios para comprender, conocer, descubrir… Es decir, aprender a aprender, para vivir con dignidad.
- Aprender a hacer: poner en práctica los conocimientos y las competencias adquiridas.
- Aprender a vivir juntos: comprender de los demás y conocer las distintas realidades, con el fin de evitar conflictos y solucionarlos de manera pacífica.
- Aprender a ser: Desarrollo integral de cada personal para ser libre, autónomo y comprometido con su entorno -la comunidad donde vive-, con la humanidad y con el planeta
El objetivo general de la educación para la paz debe consistir en crear un espacio de reflexión, de sensibilización y una práctica, tanto en el aula, como fuera de ella, acorde con una cultura de paz. Por ello la educación para la paz no puede limitarse sólo al contenido, sino que también está relacionado con la forma. Lo que implica a todos los profesionales de la educación. Es decir, la educación en valores de paz (cooperación, respeto, tolerancia, autoestima, comprensión…) debe desarrollarse en la forma de hacer educación.