Este miércoles 12 de febrero se celebra en Sevilla el juicio contra 20 militantes del SAT, trabajadores y sindicalistas que hace ya 8 años realizaron una acción, más simbólica que real, de toma de alimentos en un Mercadona de Écija. En 2012, mientras los bancos eran rescatados, la crisis se cebaba sobre la clase trabajadora: despidos, desahucios, pobreza, suicidios… la situación era desesperada e injusta, pues se hacía recaer todo el pago de la deuda, generada principalmente por el sistema bancario, y los efectos de la crisis sobre la ciudadanía, que debía asumir el coste económico de ese rescate mediante duros recortes económicos, sociales y laborales. En ese contexto, la acción de nuestros compañeros del SAT tenía como objetivo denunciar la situación de miseria en que la clase trabajadora andaluza estaba sumida. Según explica Néstor Salvador, uno de los acusados: “En Andalucía había hambre: 300.000 familias estaban en situación de pobreza, según datos de Cáritas. El paro llegaba al 30% y el paro juvenil al 70%”.
Fue para denunciar este estado de cosas que se realizó esta acción. No fue un robo, pues los productos no se acabaron sustrayendo y menos aún se produjo lucro alguno; tal y como Diego Cañamero ha dicho: “Se trató de una acción simbólica que pretendía poner en el centro de la actualidad la vulneración de la igualdad de oportunidades”.
El sindicato SAT pagó en su momento la responsabilidad civil e incluso una indemnización a trabajadoras afectadas. Sin embargo, Mercadona ha continuado la acción penal, a diferencia de otros hipermercados en que se realizaron acciones similares, que entendieron que no se trataba de un robo sino de un acto reivindicativo de protesta. Este encarnizamiento por una acción realizada a cara descubierta y con publicidad para denunciar las profundas desigualdades sociales y económicas, no tiene otra razón de ser que la represión y la disuasión de la protesta social. No en vano, se pide un total de 30 años de prisión a los 8 encausados, por lo que de darse una sentencia connivente con la demanda, bastantes de ellos podrían entrar en prisión.
Antes esta situación, USTEA manifiesta toda su solidaridad con los sindicalistas del SAT acusados y pide a la acusación y a la fiscalía que cesen en este ensañamiento que no sirve, en realidad, más que para hacer más patentes las condiciones de injusticia y desigualdad que estos mismos sindicalistas denunciaban.
USTEA estará este miércoles en Sevilla apoyando a los compañeros del SAT. ¡Basta ya de represión sindical!