Un año más USTEA se ha sumado a la Campaña mundial contra el gasto militar, GDAMS-GCOMS, mientras los países de la Unión Europea se suman a una loca carrera aumentando sus gastos militares, como les venían exigiendo las directrices de la OTAN.
Dentro de unos días nos sumaremos al Día Mundial de las Mujeres por la Paz y el Desarme, y en el mes de junio apoyaremos la Contracumbre que tendrá lugar unos días antes de la Cumbre de la OTAN que se va a celebrar en Madrid.
Un año más pedimos presupuestos para la Paz, no para la Guerra. La construcción de la Paz sigue sin tener fondos suficientes, y las acciones colectivas necesarias para hacer frente a las emergencias globales quedan en segundo plano respecto a la preparación para las guerras.
Los costes del militarismo global no solo afectan a las relaciones internacionales, sino a la forma de abordar crisis como las sanitarias, como la del Cambio Climático, como las crisis alimentarias. Los distintos países siguen invirtiendo más en armamento y en ejércitos que en mantener un planeta habitable o en sostener derechos públicos básicos como sanidad, educación y servicios sociales.
Si mantenemos una Economía de Guerra y España se dedica a ser un país productor de armas y suministrador de armamentos a distintos países, entre ellos varias dictaduras sangrientas, no podemos esperar que luego, como un bumerang, no nos afecten las consecuencias de los distintos conflictos internacionales.
Una vez más hemos intentado llevar a los centros educativos la idea de que para acabar con las guerras hay que promover primero una Cultura de Paz. Ninguna guerra ha servido para solucionar un conflicto, sino para sumar miles de vidas inocentes a las víctimas tanto militares como civiles de los conflictos bélicos. Y como bien señala el feminismo antimilitarista, las guerras son una cara más del patriarcado.
https://demilitarize.org/agenda/ustea-joins-2022-gdams-campaign/
https://demilitarize.org/media_news/infographic-the-militarization-of-europe/
