La Federación de USTEA y la Intersindical Andaluza hemos presenciado con tristeza, dolor, preocupación y rabia los acontecimientos producidos en Valencia el pasado 29 de octubre. Entendemos que el fenómeno medioambiental de la DANA es sólo uno de los motivos, en ningún caso el único, de esta tragedia que se ha llevado la vida de 223 personas (216 en Comunitat Valenciana; 7 en Castilla-La Mancha
y 1 en Andalucía). El número de víctimas es exageradamente alto en comparación con otros desastres medioambientales proporcionalmente menos impactantes.
Los desastres no suelen ser casuales ni fortuitos, sino que precisan una acumulación de circunstancias y causas estructurales concretas y muchos más responsables, ocultados por los medios de comunicación. La grave irresponsabilidad y absoluto desprecio por la seguridad e integridad del pueblo valenciano por parte de Carlos Mazón es sólo la punta de un iceberg. Nos quieren hacer creer que todo se reduce, como mucho, a malas decisiones o problemas de gestión coyunturales, pero ya no nos pueden engañar más.
Hay causas estructurales que sirven para explicar el gran número de víctimas y pesan más que la evidente ineptitud de las personas dirigentes del gobierno valenciano. Desde USTEA, tenemos claro las razones que explican la tragedia de la DANA:
- El descontrolado y corrupto modelo urbanístico que privilegia la especulación, el rentismo y la cultura del pelotazo hace que se haya construido desaforadamente en lugares inapropiados e inseguros. La connivencia entre bancos, constructoras y representantes políticos que se deben a los intereses del capital, en vez de a los derechos e integridad de ciudadanas y ciudadanos, han consolidado un modelo de negocio con nuestro derecho a la vivienda que no sólo pone los privilegios del sector inmobiliario por encima de los nuestros, sino que además, cuestan vidas.
- Los recortes en los servicios públicos que trabajan por la seguridad, protección y cuidado de la ciudadanía, así como para garantizar nuestros derechos, son continuamente deteriorados, recortados, privatizados, concertados o cerrados por defensores de lo que algunos llaman libre mercado. El cierre de la Unidad Valenciana de Emergencias, que el propio presidente Carlos Mazón bautizó como “chiringuito”, junto al colapso del recortado servicio 112 de emergencias dependiente de la Generalitat, así como la gestión deficiente e ineficaz de cargos públicos que confiesan desconocer protocolos y servicios, aunque sean ágiles en pasarse la pelota de la responsabilidad entre administraciones, son elementos fundamentales que ponen en peligro al conjunto de la ciudadanía. Que se cerrara la Unidad Valenciana de Emergencias al tiempo que se adjudicaban cientos de miles de euros a la Fundación del Toro de Lidia y se aumentara el presupuesto de la Generalitat a 1,7 millones de euros para proyectos culturales que incluían la tauromaquia, es sólo una burla cruel que atestigua en qué manos tan peligrosas estamos.
- Los intereses de las patronales son las que mandan y sus siervos en los cargos públicos prefieren jugarse la vida de trabajadoras y trabajadores antes que renunciar a un día de beneficios. Que nuestras vidas les importan poco lo demuestra el elevado grado de siniestralidad laboral, causados por el incumplimiento continuo de convenios y protocolos de salud laboral, así como la falta de respeto a los derechos laborales y la liberalización y absoluta rendición a los intereses patronales. Se ha demostrado la irresponsabilidad y el acoso por una buena parte del empresariado que presionó a que trabajadoras y trabajadores acudieran al tajo sin importar su integridad y su seguridad. Esperemos que el gobierno de Carlos Mazón no omitiera las advertencias de la AEMET y del gobierno central por alguna de estas razones…
- La presencia de partidos políticos en las instituciones que en vez de al servicio del pueblo lo están de los grandes intereses de poder económicos, con la connivencia de medios de comunicación a su servicio que manipulan nuestra información, constituyen un grave obstáculo para que se hagan políticas que aseguren nuestra salud, seguridad, integridad y bienestar. La clase trabajadora mueve este país, pero siempre es la última en los intereses generales. Necesitamos a las fuerzas políticas que pongan a las personas, al pueblo, por delante de los intereses egoístas de unos pocos. Necesitamos que se pongan en marcha políticas públicas que impidan estos desastres
- La comunidad científica lleva tiempo alertando de que, por culpa del cambio climático que nuestro modelo productivo está acelerando, este tipo de fenómenos medioambientales será cada vez más frecuente y destructivo en nuestro país. Sin embargo, por un lado asistimos a una incapacidad o falta de voluntad manifiesta para abordar este importante desafío con valentía y eficacia. Por otro lado, nos encontramos con campañas financiadas por poderosos intereses económicos privados que se valen de la extrema derecha y la derecha aparentemente no tan extrema para negar las evidencias y desviar la atención en su propio beneficio.
Aunque exigimos la dimisión del gobierno de Carlos Mazón, también pedimos la convocatoria de nuevas elecciones en Valencia, porque el gobierno de la Generalitat ha demostrado que su gestión es peligrosa y cuesta centenares de vidas. La vida va por delante.
Abordar todas estas causas desde la raíz impedirá que estos desastres tengan en el futuro el fuerte impacto de esta tragedia de la DANA en Valencia. Mientras tanto, USTEA mandamos nuestra ayuda a las compañeras y compañeros de Intersindical Valenciana, quienes se han implicado en las tareas de solidaridad y auxilio poniendo su estructura sindical al servicio de todas las personas afectadas y han trabajado activamente en luchar por que una nueva tragedia no vuelva a producirse nunca más.
USTEA tomamos nota de lo sucedido y exigimos información transparente y compromiso serio al gobierno de Andalucía, para que se adopte la puesta en marcha de protocolos mejorados para cada centro de trabajo basado en estudios de impacto medioambiental en poblaciones y centros de trabajo y se establezca una Unidad Andaluza de Emergencias de gestión pública directa.
Nos negamos a que sólo se actúe cuando hay víctimas mortales. En este sentido, tenemos poca fe en el gobierno de Moreno Bonilla. Aún recordamos el despido por no renovación de contrato de más de 7000 efectivos de personal sanitario en 2023, después de combatir lo peor de la pandemia y aumentando las listas de espera en la sanidad pública que también tienen repercusión en nuestra salud y en nuestras vidas. Vemos demasiada similitud y coincidencia en los discursos, puntos ideológicos y prácticas políticas en los gobiernos de Valencia y Andalucía.
No esperaremos de brazos cruzados y con resignación a que algo similar se produzca en Andalucía.
Nuestra seguridad importa.
Nuestros derechos importan.
Nuestras vidas importan.
Visca el poble valencià.
Enlace a Intersindical Solidaria para ayudar a las familias afectadas por la DANA: https://intersindical.org/solidaria/article_solidaria/solidaritat_amb_les_families_afectades_per_la_dana
