Para lograr este objetivo y su meta, es preciso ampliar las posibilidades de acceso a la Enseñanza y Formación Técnica y Profesional (EFTP) garantizando su calidad, variedad de modalidades educativas y formativas para que así, jóvenes y adultos -en especial jóvenes y mujeres- puedan adquirir conocimientos y desarrollar sus capacidades, tanto cognitivas como no cognitivas, y ampliar sus competencias para conseguir un trabajo digno.
De esta manera los jóvenes podrán resolver problemas por ellos mismos, tener pensamiento crítico, creatividad, trabajo en equipo, habilidades comunicativas y resolución de conflictos para poder aplicarlos a gran variedad de ámbitos profesionales. Sumando a su vez, la posibilidad de completar y actualizar sus conocimientos y capacidades permanentemente mediante el aprendizaje durante toda la vida.
Actualmente, una de las principales capacidades que es necesario desarrollar para tener acceso a empleos de mayor calidad son las competencias digitales, entendidas como la capacidad de las personas para utilizar la tecnología de manera eficaz y creativa para gestionar y generar información, resolver problemas y comunicarse. Sin embargo, existe una gran brecha digital entre los países más ricos y los más pobres, que puede deberse en gran medida a que en los países en desarrollo el acceso a los ordenadores es menor, tanto en los centros educativos como en los hogares. Teniendo en cuenta que en el mundo, según datos recogidos por Naciones Unidas, 103 millones de jóvenes no tienen un nivel mínimo de alfabetización y que, más del 60% de ellos son mujeres, es preciso reforzar la posibilidad de la adquisición de capacidades en estos dos grupos de riesgo.
La combinación de pobreza y la discriminación tienen un mayor impacto en la educación de las niñas y jóvenes. Las niñas, especialmente las adolescentes, enfrentan situaciones como la violencia sexual dentro y fuera de la escuela, el matrimonio temprano, la reticencia de los padres a invertir a largo plazo en su educación, frente a la ventaja inmediata de tenerlas como ayudantes en las tareas domésticas. Además la mala calidad de la educación, junto con la perpetuación de los estereotipos de género, limita el desarrollo de las adolescentes.
Las organizaciones comprometidas con la infancia como Plan International hemos unido nuestras fuerzas a través de la Coalición Española de la Campaña Mundial por la Educación para poder así ayudar a niños y niñas, jóvenes y mujeres adolescentes a tener más posibilidades de acceso a la educación y tengan la posibilidad de encontrar un trabajo digno y tener mejores oportunidades de futuro.
Los programas de Youth Soustainable Solutions (YSS) puestos en marcha por diferentes organizaciones como Plan International incluyen actividades que proveen a los jóvenes de la preparación efectiva necesaria para acceder al empleo como información y orientación profesional, educación, incluyendo formación financiera, social y económica y sobre hábitos de vida saludables; acceso a tecnología, desarrollo de negocios y microempresas. Asimismo, es necesario fomentar el aprendizaje de jóvenes y mujeres sobre tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), utilizando las herramientas que proporcionan las EFTP.
Es necesario que exijamos a nuestros representantes políticos y Gobiernos garantizar una educación gratuita, universal y de calidad, que los niños y niñas estudien al menos 3 años de educación secundaria y más tarde como jóvenes tengan acceso a la Enseñanza y Formación Técnica y Profesional (EFTP) supone un gran paso para romper el círculo de la pobreza ya que garantiza el desarrollo de habilidades y competencias específicas que les permitirán acceder a un trabajo digno.