Hace ya 45 años que España abandonó y traicionó al pueblo saharaui, negándole su derecho a la libre determinación con el Acuerdo Tripartito de Madrid del 14 de noviembre de 1975. Con ese pacto, España, junto a Marruecos y Mauritania cerraba el proceso de descolonización, que tras una visita relámpago de Juan Carlos I de España y la salida del ejército colonial español permitió la entrada a las tropas marroquíes y a la Marcha Verde de colonos impulsada por Hassan II.
Han sido más de cuatro décadas en las que se le ha negado la posibilidad de elegir de forma pacífica su destino.
Este Acuerdo Tripartito de Madrid, junto a la invasión militar marroquí subsiguiente, dieron paso a una larga guerra de diecisiete años, con miles de muertos y la huida masiva de la población indefensa a los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia), el exilio y la diáspora.
Después de 17 años de guerra, y gracias a la intervención de las Naciones Unidas, el Frente Polisario decidió cambiar las armas por las urnas, confiando en la promesa de las Naciones Unidas de organizar un referéndum de autodeterminación en el que los saharauis decidieran el futuro del territorio. Pero, poco después de que la MINURSO (Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sahara Occidental) publicase durante el año 2000 el censo, Marruecos comunicó que nunca aceptaría un referéndum de autodeterminación.
Veinte años después, la población saharaui del área ocupada por Marruecos y de los campamentos del área de Tinduf se ha incrementado notablemente, con una mayoría de jóvenes que se enfrentan a un horizonte carente de esperanza. Aún se está pendiente de la celebración del referéndum de autodeterminación, en cumplimiento del compromiso de la Comunidad Internacional. Un referéndum bloqueado por la intransigencia de Marruecos, en connivencia con Francia, EEUU y la propia España, que se niegan a poner en práctica las resoluciones y artículos de las Naciones Unidas, que año tras otro corroboran el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación y a la independencia de su territorio. El incumplimiento de estas Resoluciones de la Asamblea General de Naciones Unidas y la burla a las sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre el uso de los recursos naturales del Sahara Occidental hacen que la deuda histórica de España ante el pueblo saharaui sea hoy una verdadera vergüenza.
Los Derechos Humanos del Pueblo Saharaui están siendo quebrantados a diario por las fuerzas de ocupación marroquí. Los y las activistas saharauis, sufren el hostigamiento, el acoso, las torturas, los maltratos físicos y psicológicos, junto al cierre hermético del territorio a los medios de comunicación internacionales, los observadores independientes y las organizaciones defensoras de DDHH. De esta forma se oculta al mundo esta vulneración de los derechos humanos del pueblo saharaui
En estos últimos tiempos asistimos a la reanudación del conflicto armado que ha supuesto el fin del alto el fuego y abierto la puerta a una nueva guerra en la región.
Ante esta situación, el plenario del Sindicato USTEA manifiesta su condena a la ocupación ilegal por parte del Reino de Marruecos del Sáhara Occidental y el reciente reconocimiento de esta ocupación por parte de los EE.UU. Así mismo, rechaza firmemente las violaciones de Derechos Humanos que llevan produciéndose desde hace 45 años y expresa un incondicional apoyo al Pueblo Saharaui y a sus representantes legítimos, así como el derecho a la autodeterminación del Sáhara Occidental.
Por último, exigimos el envío de observadores internacionales al territorio ocupado del Sáhara Occidental que verifiquen lo que está ocurriendo y eviten que se sigan vulnerando los DDHH en este territorio.
Resolución aprobada en el Pleno Federal del USTEA del 12 de Diciembre de 2020