USTEA en defensa de un tren público, social y sostenible

22 - febrero - 2021 Medioambiente

El tren, la opción más sostenible para el transporte colectivo de pasajeros y el de mercancías

Este año 2021 ha sido declarado por la Unión Europea como “Año del ferrocarril” para promover entre sus estados miembros que apuesten por el tren como el sistema de movilidad que deben potenciar para reducir las emisiones de CO2 y la dependencia de combustibles fósiles contribuyendo así al plan de descarbonización fijado en la Cumbre de París de reducir al menos en un 40% las emisiones de gases de efecto invernadero antes de 2030. En los dos siguientes años, la UE pretende tener dibujada a lo largo y ancho de todo el continente la “Red Básica Ferroviaria” que además de los Corredores Mediterráneo y Atlántico que atraviesen de Norte a Sur y de Este a Oeste nuestro país, también establezca un mallado ferroviario que vertebre el territorio y permita superar con la decimonónica y obsoleta infraestructura radial de España en la que para ir a cualquier extremo del país hay que pasar necesariamente por Madrid.

Y mientras existe este debate a nivel europeo para mantener y reforzar el papel del ferrocarril, en nuestro país y en Andalucía por contra, se desmantelan o se abandonan las inversiones en servicios ferroviarios de media y larga distancia a la vez que se dedican ingentes sumas para que el AVE llegue al mayor número de capitales; y eso a pesar de estar suficientemente demostrado que todas sus líneas son deficitarias al mover a una ínfima parte de viajeros en comparación con los que usan el tren de cercanías y el convencional, o de que la alta velocidad en España no permita compatibilizar el transporte de viajeros con el traslado de mercancías, lo que reduce su rentabilidad y eficacia. Además deja sin servicio a la mayor parte del territorio que atraviesa al carecer prácticamente de paradas intermedias, lo que la convierte en una infraestructura de enorme coste e insostenible desde el punto de vista tanto ambiental como social.

Por eso desde diferentes plataformas ciudadanas que agrupan a colectivos tan diversos como el de trabajadoras y trabajadores de Renfe y ADIF, colectivos de usuarios del tren, grupos ecologistas, sindicatos como USTEA o el Sindicato Ferroviario, partidos políticos y organizaciones de consumidores, se viene reivindicando desde hace años el cambio de paradigma, para que nuestras administración autonómica y nacional reviertan esta situación priorizando sus inversiones para mejorar la mayoría de las infraestructuras ferroviarias que llevan décadas sin las adecuada atención (modificación de curvas y pendientes que aumenten la velocidad y disminuyan el riesgo de accidentes, electrificación completa de las líneas, actualización de la señalítica, etc.), reabriendo líneas comarcales que con la política del “todo AVE” se cerraron y siguen cerrándose, poniendo en servicio de nuevo los trenes nocturnos que tanta demanda tenían y que prácticamente hoy son solo un recuerdo, recuperando para el ferrocarril gran parte del transporte de mercancías de grandes volúmenes que en la actualidad sobrecarga y densifica el tráfico de las carreteras, o creando nuevos trenes de cercanías en todas las áreas metropolitanas de las ciudades que permitan reducir el colapsado tráfico de acceso y salida de las mismas quitando de la circulación vehículos particulares mientras se ofrece a los usuarios un servicio económico, rápido y sostenible.

En Andalucía, desde la plataforma ciudadana “PETRA”, “Granada por el Tren”, la “Plataforma Almeriense por un Tren Público, Social y Sostenible” y otras muchas se ha iniciado una batalla a partir de las reivindicaciones locales, creándose un frente común con el objetivo de que el tren vuelva a ser una herramienta eficaz para crear riqueza y bienestar sobre todo en la Andalucía vaciada de las comarcas del interior, a la vez que se consolida como en otros países de nuestro entorno, como el medio de transporte por tierra más eficaz y sostenible tanto para personas como para mercancías.

Todo apunta a su favor: el ambicioso Pacto Verde Europeo, las legislaciones nacionales para la lucha contra el cambio climático y la transición ecológica, el considerable abaratamiento de los costes que supone el transporte de mercancías frente al uso del camión, la necesidad de buscar alternativas al vehículo particular en la mayoría de los trayectos, la necesidad de rentabilizar las numerosas infraestructuras ferroviarias existentes sin apenas uso, y sobre todo la cada vez mayor conciencia y demanda social de tener una movilidad al alcance de toda la ciudadanía y respetuosa con el medio ambiente. Y por ello desde USTEA apoyamos el necesario y amplio debate que debe concienciar a usuarios y administraciones sobre las ventajas de este medio de locomoción, y la exigencia de que se aproveche el “Año Europeo del Tren” para revitalizar nuestro ferrocarril presentando proyectos que puedan ser destinatarios de los Fondos de Recuperación que la UE facilitará para luchar contra la pandemia, así como de las partidas presupuestarais que Europa pondrá en marcha a partir de 2023 para crear la “Red Básica Ferroviaria” del continente, y de la cual nuestra tierra no puede quedar ausente.

Área de Medioambiente de USTEA