El 22 de abril se celebra el Día de la Tierra, conocido oficialmente por el Día Mundial de la Madre Tierra, y el sindicato USTEA quiere crear conciencia común sobre los problemas de sobrepoblación, de contaminación, de la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones medioambientales para proteger la Tierra. En definitiva, se pone el foco en todos los problemas y preocupaciones que afectan al Medio Ambiente.
Este día está marcado por la crisis sanitaria de la COVID-19, problema que venimos viviendo a nivel mundial desde el año 2019, aunque hay que tener en cuenta la crisis medioambiental y sus consecuencias a medio plazo.
El primer Día de la Tierra tuvo lugar en 1970. Consecuentes de la preocupación por los derrames de petróleo, el smog y la contaminación de los ríos, las personas salieron a las calles para protestar por una crisis ambiental y escasa conciencia sobre la fragilidad del planeta, pidiendo a los gobiernos medidas concretas, mediante la aprobación de leyes. Se considera el nacimiento del movimiento ecologista.
En la actualidad, el día sigue teniendo gran importancia.
Andalucía sigue siendo una de las regiones más afectadas por las políticas que conducen a la degeneración del medio. Las últimas reformas legislativas del gobierno andaluz no hacen sino ahondar en este problema, puesto que reducen a la mínima expresión los controles medioambientales ante cualquier proyecto urbanístico, de creación de polos industriales, etc…
Problemáticas como las construcciones ilegales que deterioran el entorno, la sobreexplotación de acuíferos, la proliferación de macrogranjas de producción intensiva, la contaminación del suelo como en Palomares o el Huelva, los polos químicos, la erosión y la desertificación y un largo y triste etcétera, no hacen sino reafirmarnos en la necesidad de luchar por revertir esta macabra tendencia. No podemos dejar que los intereses económicos de una minoría estén por encima del bienestar de la mayoría y del medioambiente.
Desde el sindicato USTEA y su área de Medioambiente pedimos que la ciudadanía y las administraciones reconozcan la responsabilidad que les corresponde de promover la armonía con la naturaleza y la Tierra, a fin de alcanzar un justo equilibrio entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y futuras.
Área de Medioambiente de USTEA