La CEJA ha publicado el nuevo Plan de Calidad sin evaluar el anterior, con una propuesta que no es nueva ni aumenta la calidad.
Cuatro cursos después de la puesta en marcha del plan de calidad, desde USTEA se hace una valoración poco positiva: creación de crispación, ante la Consejería y en el interior de los claustros, fomento de la discriminación entre centros, aulas y profesorado, inseguridad jurídica por el inútil recurso de la Consejería ante el Tribunal Supremo, aumento de la burocracia y… ausencia de una evaluación oficial sobre el mismo.
La Consejería y algunas organizaciones sindicales han defendido el llamado Plan de calidad: CCOO, ANPE y UGT. USTEA recurrió y ganó el recurso en el TSJA; después también lo han hecho CSIF y CGT. Nuestro argumento era que creaba discriminación entre profesorado y alumnado. El juez no entró en la discriminación sobre el alumnado, porque no somos una organización que los represente. En cuanto al profesorado, determinó que el modelo de evaluación no era el adecuado y producía diferencias no justificables.
Las razones de la Consejería, contestadas una a una.
1.- No mejora de la calidad de la enseñanza.
Al parecer (la CEJA se niega a dar hay cifras oficiales), menos del 47% del profesorado adscrito al plan han conseguido los objetivos marcados.
El número de centros adscritos es 1651 de los 4000 centros públicos. La mayoría son de infantil y primaria, un 60 % aprox de los 1651.
Al ligar el salario a la consecución de objetivos educativos en relación con los rendimientos escolares – resultados de las pruebas de diagnóstico y el grado de satisfacción de las familias y la consolidación del 5% del presupuesto ordinario de los centros, demuestra una apuesta de la Administración educativa por la línea neoliberal de productividad y consideración de la educación como un negocio y la escuela como una empresa.
Más que plan de calidad, es una apuesta por un modelo de escuela neoliberal.
2.- No hay una mejora de las retribuciones del profesorado
Desde 2007 no se ha actualizado la homologación retributiva lineal para todo el profesorado; por tanto, los 181.961.760 euros – coste presupuestario en términos consolidables, según consta en la memoria económica- destinados al plan de calidad han servido para que el dinero de todos pague a unos pocos. Ello demuestra también que dicho plan no ha estado nunca pensado para todos. En el mejor de los casos, sólo el 25% docentes lo cobrarían. En Andalucía somos 120000 docentes.
3.- No fomenta la innovación ni la renovación.
Creemos que el plan ha supuesto un incremento notable de la burocracia, auténtica bestia negra del profesorado, y la adscripción al mismo no ha supuesto en cambio mejora de la práctica docente, en aquellos aspectos que son realmente los más renuentes a ser cambiados y que afectan a las dinámicas de trabajo dentro del aula.
El trabajo en equipo del profesorado se ha visto afectado tanto por lo anterior como por el hecho de que los profesores no acogidos al plan de calidad debían hacer el mismo trabajo que sus compañeros – reuniones, informes…- pero sin cobrar el plus del plan de calidad, que eran 600 euros el primer año, 1200 euros el segundo, 1800 euros el tercero y 3400 el cuarto y la consolidación de una parte de las percepciones económicas en los sexenios, hasta un total de 7000 euros por profesor.
4.- No respeta la autonomía de los centros.
Se trata de una autonomía tutelada, en la que se puede optar solo entre las ofertas del “menú”; es decir, los centros “eligen” su nivel de objetivos, pero dentro de los indicadores impuestos por la Agencia de Evaluación y si la Inspección Educativa da el visto bueno.
5.- Se ha mentido sobre el aumento de profesorado y medios para los centros acogidos al plan.
Nada de lo que figuraba en la propaganda de la Consejería se ha cumplido. No ha habido más medios, sino redistribución de los existentes, en detrimento de las necesidades internas de los centros y aumento exponencial de la burocracia.
USTEA SIGUE RECHAZANDO EL PLAN DE CALIDAD.
USTEA seguirá luchando para que la Consejería de Educación retire la norma. Ya hemos conseguido que todas las organizaciones sindicales lo rechacen.
USTEA denuncia que es discriminatorio e inútil: según fuentes no oficiales de la Consejería, la evaluación general de estos cuatro años no alcanza los objetivos previstos y tiene dos aspectos esclarecedores:
1.- No hay diferencia, en relación a los resultados académicos, entre centros a cogidos al plan y centros no acogidos.
2.- Tanto los centros con un nivel socioeducativo alto como aquellos que lo tienen bajo presentan grandes dificultades para mejorar., sólo con las medidas del Plan.
Estas dos reflexiones nada más demuestran que teníamos razón quienes nos hemos opuesto desde el principio a la aplicación del plan, porque no compartimos el concepto de calidad que maneja la Consejería.