El director del colegio público ‘La Motilla’ de Dos Hermanas se negó a escolarizar a una serie de alumnos fuera de los procesos formales y por órdenes directas, verbales, procedentes de la Delegación de Educación de Sevilla acabó derivando en una expediente disciplinario contra el funcionario, al que se destituyó como director y sobre el que se llegó a proponer su expulsión del cuerpo.
Tres años después, la Justicia le ha dado la razón al docente, Antonio José Cruz Miranda, y ha ordenado a la Junta de Andalucía que le restituya en su puesto de director «con todos los efectos administrativos y económicos inherentes». Asimismo, deberá abonarle «los haberes correspondientes a dicho cargo desde la fecha de su cese».
Para USTEA, esta sentencia pone «las cosas en su sitio tras el atropello reiterado» sufrido por el docente, cuyo único «error» fue «negarse» a aceptar la escolarización arbitraria de alumnos, sin respetar los criterios de admisión ni los derechos de las familias que cada año se quedan en lista de espera porque sus hijos no han podido entrar en el centro.
USTEA considera que la sentencia, que pone fin a la persecución de Antonio Cruz, demuestra cómo la administración utiliza su potestad para revocar o nombrar directores en función de la «docilidad» de los funcionarios.
USTEA confía en que la nueva consejera de Educación, Sonia Gaya, que durante años defendió a los trabajadores de la Enseñanza desde UGT, ponga orden y transparencia en los procesos. USTEA llevó a los tribunales la arbitrariedad en el reparto de destinos para los docentes en la delegación de Sevilla, tras el escándalo destapado por EL MUNDO de la contratación a dedo de la hija del inspector jefe. La Justicia tiene abierta una investigación.
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