Un curso más, en el CEIP Inmaculada del Salar falta profesorado, y no es la primera vez. El año pasado, en febrero, el grupo de 1º de primaria alcanzó durante el curso la cifra de 29; la delegación de Granada planifica ilegalmente las ratios de los grupos de primaria a 28 alumnos/as y cuando llegó el vigesimonoveno, en incorporación tardía, la delegación se encontró atrapada en su propia trampa: las ratios se pueden incrementar un 10% durante el curso por causas extraordinarias, pero el grupo ya estaba al límite, ¿qué hacer? La decisión fue sencilla: no se desdobló el grupo y se miró hacia otro lado. El sindicato USTEA denunció la situación en la web y presentó al respecto un punto en la junta de personal que fue aprobado por mayoría.
Con estos antecedentes, la delegación de Granada vuelve a las andadas este curso. En el Salar se han producido a comienzo de curso las siguientes incidencias: un grupo de infantil 3 años a 28 alumnos, un 2º de primaria (el que viene del mencionado 1º del año pasado) a 28 alumnos/as y 4 plazas de maestros/as sin cubrir. Gracias a la lucha de los padres y madres, la delegación se ha visto obligada, antes del inicio de las clases, a desdoblar el grupo de infantil, no así el de 2º de primaria que tiene además 3 alumnos/as de N.E.E. Respecto al profesorado, falta un/a maestro/a generalista y otro/a de inglés. El centro reivindica además, con toda razón, el desdoble del grupo de 2º de primaria y su correspondiente tutor/a, así como un/a maestro/a de apoyo (el que la delegación suprimió el año pasado en todos los centros), a lo que hay que añadir las horas de reducción de la directiva que justificarían posiblemente un cupo más.
El AMPA de este colegio ha realizado una concentración el día de inicio de curso (ese que los delegados y delegadas de educación suelen considerar como un gran éxito y sin incidencias reseñables) y ha pedido a todas las familias que no llevaran a sus hijos/as a clase, lo que así ha ocurrido, proponiendo continuar con el boicot mientras no se resuelvan las carencias señaladas.
Esta situación no es un hecho aislado. Todos los comienzos de curso la mala planificación de la delegación de Granada genera situaciones muy difíciles en los centros, obligando a improvisar a las directivas soluciones que normalmente van contra la calidad de la enseñanza pública: reducir o eliminar los apoyos, aumentar la carga lectiva del profesorado, renunciar a reducciones horarias…todo con tal de no aumentar la plantilla como correspondería en muchos casos. Porque la delegación de Granada no está para dar, sino para quitar: quitar unidades, quitar profesorado, quitar apoyos…y luego, ya si eso…