Si el 25 de septiembre es un día de lucha mundial contra el cambio climático, no deberíamos olvidar que el 26 de este mes es el DÍA INTERNACIONAL PARA LA ELIMINACIÓN TOTAL DE LAS ARMAS NUCLEARES. Nos lo recuerdan diversos colectivos ecologistas, pacifistas, asociaciones de juristas, Naciones Unidas… Y las organizaciones sindicales no podemos permanecer al margen de la denuncia de una situación que sigue poniendo en riesgo a la humanidad desde que la carrera armamentística de la Guerra Fría convirtió al planeta en un enorme polvorín nuclear.
Desde Ecologistas en Acción se señala:
“Las armas nucleares son un auténtico peligro para la seguridad de las personas y pueblos. Sin lugar a dudas, son el armamento más destructivo, inhumano e indiscriminado que existe. El 7 de julio de 2017 tuvo lugar en las Naciones Unidas la adopción del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, que prohíbe a todos los países que lo ratifiquen el desarrollo, la producción o la fabricación de armas nucleares, así como su adquisición, posesión y almacenaje en cualquier circunstancia. Desde entonces muchas personas, organizaciones y países han reclamado a los estados su adhesión. Pese a que el tratado no cuenta a día de hoy con la aprobación de las potencias nucleares ni de los estados miembros de la OTAN, la intención es que todos acaben reconsiderando su postura al tratarse de armas contrarias al derecho internacional humanitario y estigmatizadas por la opinión pública mundial. La misma situación inicial que ocurrió con las armas químicas y biológicas, las minas antipersonas o las bombas de dispersión”
Desde USTEA reclamamos que el Gobierno firme y ratifique el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, unas armas de destrucción masiva que deben ser ilegalizadas.
En cuanto a las implicaciones para Andalucía, no debemos olvidar que Palomares, en Almería, fue el escenario de un grave accidente nuclear cuyas consecuencias tardarán siglos en desaparecer. Y que aeronaves con armas nucleares y propulsión nuclear han surcado y siguen surcando tierras y mares andaluzas.
Como nos recuerda Cristóbal Orellana,
“De la COVID-19 se nos habla de día y de noche, pero nunca de las armas de destrucción masiva, como las armas atómicas. Qué extraño, no?. Que seamos muy responsables y nos pongamos las mascarillas, pero que no nos preocupemos por las armas nucleares…
Ahora las grandes potencias negocian alrededor del tratado Start III; ¿qué tiene que decir España al respecto, una España que está implicada en la estrategia nuclear que EE.UU. despliega en el Mediterráneo a través de las bases de Rota y Morón?”
USTEA, sindicato antimilitarista y defensor de la Paz en todos sus aspectos, se suma a esta exigencia de desnuclearización a nivel mundial y en concreto del territorio andaluz, que por desgracia alberga bases norteamericanas y de la OTAN.
“La única verdadera garantía contra el uso de las armas nucleares es su eliminación total”.
António Guterres