El 66,5% de todo el profesorado es mujer: 96,7% en educación infantil y hasta el 41,3% en las Universidades, esta feminización de la enseñanza no solo ocurre en España; en la mayoría de los países se da la misma circunstancia y sin embargo, las funciones directivas son desarrolladas mayoritariamente por hombres.
¿Cómo es posible que en los centros escolares donde hay una mayoría de mujeres, lo cargos de responsabilidad los ocupen hombres?
Año 2020 y muchas son las mujeres que siguen pensando que no están capacitadas para ello: rasgos como la objetividad, el carácter fuerte, el don de mando, la racionalidad… la sociedad nos enseña que ¿son cosas de hombres? Y esto hay que unirlo a que las mujeres consideran que desempeñar el cargo sería para ellas tener un tercer empleo: casa, enseñanza y dirección.
¿Son ellas las responsables? La respuesta es NO.
No solo es la sociedad. Las políticas económicas y sociales actuales hacen que sea la mujer la responsable de sus decisiones y las posibilidades de elección, lejos de ampliarse, se acoten en torno a su familia.
Durante estos años, y sobre todo a raíz del decreto ley 14/2012, docentes, hemos retrocedido aún más en derechos: 37,5 horas en lugar de 35, la tardía sustitución de docentes, el mayor alumnado por aula, pérdida de remuneración de los meses de verano para profesorado interino (…)
Y todo esto, ataca directamente a la mujer, porque es, en su mayoría, quien lo realiza.
Actualmente, la pandemia ha desbordado las injusticias cometidas hacia nosotras, docentes, educadoras, monitoras, psicólogas, orientadoras, limpiadoras…. Todas las mujeres que forman parte de la comunidad educativa nos vemos sometidas a más trabajo y menos protección; trabajadoras de riesgo, embarazadas que deben acudir a su puesto de trabajo y están expuestas a una enfermedad de la que poco se sabe y menos aún de sus consecuencias.
Por lo tanto: no debemos permanecer inalterables ante todas estas injusticias, no debemos dar alas al COVID y convertirlo en escudo en el que “todo vale”, y “qué le vamos a hacer”.
Debemos luchar por unos puestos de trabajo seguros y garantizar una educación de calidad para que nuestras hijas y nuestros hijos continúen la labor que nosotras les enseñamos.
Organización de Mujeres de la CI
Secretaría Federal de Géneros e Igualdad: Espacio Feminista de USTEA