El Espacio Feminista del sindicato USTEA denuncia que la Consejería de Educación elimina de los criterios de selección de los libros de texto la mayor parte de los referidos a la igualdad entre hombres y mujeres.
El Espacio Feminista del sindicato USTEA denuncia que el Gobierno andaluz ha cedido a las presiones de la ultraderecha modificando los criterios para la selección de los libros de texto para su utilización en los centros docentes de Andalucía, reduciendo a la mínima expresión las referencias al sexismo.
Las nuevas instrucciones para seleccionar los libros de texto tienen gran impacto en las aulas, al ser los libros de texto una herramienta de apoyo importante, y suponen un enorme paso atrás en el camino hacia una sociedad libre de machismo.
El Espacio Feminista del sindicato USTEA considera que lo que se presenta como una cuestión técnica y lingüística no es más que la imposición de posturas contrarias a la igualdad, cada vez más radicales que pretende desandar lo avanzado a lo largo de décadas de lucha feminista y por la igualdad. Desde el Espacio Feminista de USTEA no vamos a permitirlo y llevaremos a cabo todas las actuaciones jurídicas, sindicales y sociales que estén en nuestras manos para defender las conquistas alcanzadas por las mujeres y de todas las personas que luchan por una sociedad más libre y más igualitaria.
Los libros de texto en Andalucía reflejan lo establecido en el II Plan Estratégico de Igualdad de Género en Educación 2016-2021 y, desde 2018, los criterios para la selección de los libros de texto y para la elaboración de materiales curriculares sin prejuicios sexistas o discriminatorios recogidos en las instrucciones vigentes hasta hace unos días. Ahora, cediendo a cediendo a presiones políticas contrarias a derecho, la Consejería de Educación ha publicado unas nuevas instrucciones para la selección de libros de texto reduciendo a la mínima expresión las referencias al sexismo.
Hace ya muchos años que nuestro sistema educativo apostó por un modelo igualitario para chicas y chicos que eliminase la discriminación sexista, por impulsar la coeducación y la educación para la igualdad efectiva entre mujeres y hombres”; sin embargo, el problema del sexismo sigue estando presente en la educación y los textos y materiales escolares constituyen uno de los medios más importantes que contribuyen a perpetuar esta situación.
Aunque cada vez es mayor el número de recursos y metodologías, el libro de texto sigue teniendo una gran importancia. El papel que ostenta como herramienta de comunicación a través del lenguaje escrito e icónico lo convierte en instrumento no sólo de formación, sino de proyección personal y profesional.
Así, los libros de texto son portadores de modelos sociales y, querámoslo o no, cumplen una evidente función ideológica. Contienen visiones del mundo, de la sociedad y de los diferentes grupos sociales que la integran, del ámbito del trabajo y del ocio, de los papeles que se espera que jueguen los colectivos y las personas en función del sexo, la edad, la raza, la cultura, etc. Y todo ello lo realizan a través de una selección de conocimientos que recaba para sí toda la legitimidad social y científica.
Analizando las nuevas instrucciones y su comparación con las anteriores se observa que:
1.- En su introducción hay una única referencia al marco legal que obliga a actuar frente al sexismo y la desigualdad, mientras que en las anteriores instrucciones hay diferentes referencias a una amplia normativa que recoge estas actuaciones de forma clara y contundente.
2.- En el “objeto” desaparecen las 7 indicaciones dirigidas a velar por los principios igualitarios de coeducación, que no reproduzcan prejuicios culturales o estereotipos sexistas o discriminatorios, eviten modelos que reflejen situaciones de desigualdad, contribuyan a la erradicación de la violencia de género y pongan especial cuidado en la visibilización de la diversidad sexual y de género y de modelos de familias, así como en la aportación de las mujeres al desarrollo de las sociedades, la ciencia y la cultura.
3.- En las actuales instrucciones, desaparecen los 11 criterios anteriormente contemplados que había que tener en cuenta para la selección de libros de texto no sexistas ni discriminatorios y solo aparece la preocupación por evitar los desdoblamientos del lenguaje que consideran “excesivos”: “Utilización de un lenguaje equitativo, usando términos genéricos que mantengan la neutralidad, evitando los desdoblamientos abusivos.” Cuestión de extrema gravedad y ante la que debemos actuar de manera contundente.
Enlace a ambas instrucciones: