Para USTEA no son argumentos pedagógicos ni de calidad los que llevaron a plantear el adelanto del curso y por eso cambiar su fecha de inicio parece el divertimento frívolo de la Consejera de turno.
Fue de forma improcedente, provocativa, injustificada y unilateral como la Consejera anterior impuso este cambio de calendario; así fue como USTEA calificó la medida en su momento y sigue manteniendo que, ante una medida sin justificación pedagógica de ningún tipo, cualquier cambio posterior es un parche que desacredita a la Consejería de Educación aún más, además de seguir sin poner remedio a los verdaderos problemas de la escuela pública.
Para Jesús Marín, de la Secretaría Federal de Enseñanza, “estos vaivenes demuestran que estamos ante una Consejería sin proyectos, sin argumentos y sin rumbo. Si es porque han calculado que no pueden tener todo listo para el día 7 o si es porque quieren calmar los ánimos del profesorado, vuelven a equivocarse”. Fue un error adelantar el calendario y, como ya denunció USTEA, esta medida no servía para mejorar la calidad ni para conciliar la vida laboral y familiar, “es una medida electoralista de cara a la galería que provocará graves problemas en el inicio del curso mientras las grandes deficiencias y dejaciones de la Consejería siguen sin solución”, según Jesús Marín.
Para Jesús Marín “el perjuicio ya está hecho: se provocó el enfrentamiento entre sectores de la comunidad educativa, socavar más la imagen del profesorado y desviar la atención de otros problemas que la administración educativa no soluciona”.
USTEA sigue pidiendo la retirada del decreto y que se soluciones los graves problemas que cada curso se agudizan, como son las sustituciones del profesorado, las ratios, carencias en los centros, burocratización de las tareas de los docentes y los equipos directivos, las dotaciones, las instalaciones inadecuadas o inexistentes, etc.