Tal y como está el patio una no sabe por donde empezar este comunicado. Dudas entre aquello que nos queda por hacer -que es mucho- o por todo lo que ya hemos hecho para que las aulas sean cada día un espacio más seguro para niñas y niños, un espacio de desarrollo libre donde ninguna de nosotras se sienta presionada o forzada para hacer lo que no desea, decir lo que no piensa, vestir como no le apetece o jugar a lo que no le gusta.
Cada día hay más aulas donde no sentirse coaccionada por unos materiales didácticos que nos dibujan madres, cuidadoras, enfermeras, y siempre monas, muy monas a nosotras, y ejecutivos, albañiles o fontaneros a ellos, y siempre fuertes, muy fuertes.
Cada día más centros donde no sentirse limitada por docentes que a veces quieren y no pueden y otras veces no quieren ni pueden educar sin sexismo porque aún no han sido formados, sensibilizadas y concienciados, que repiten modelos que nos amordazan a todas, nos limitan a todos.
Cada día más espacios educativos donde no sentirse intimidada por unas dinámicas de juego o por una distribución de los espacios con un claro sesgo sexista, que ofrecen a algunos niños un patio lo suficientemente amplio y seguro como para elegir a qué jugar y a otras lo suficientemente limitante e inseguro como para que ni siquiera se planteen ciertas actividades.
Cada día hay menos aulas donde no sentirnos coartadas por un currículo en el que la igualdad brilla por su ausencia, donde sólo les estudiamos a ellos en la historia, en la ciencia, etc., en donde nunca hay tiempo para aprender a resolver conflictos de forma no violenta, ni para educación afectiva y sexual, ni para aprender a construir relaciones sanas e igualitarias. La nueva ley educativa nos ayudará a construir un currículo más igualitario porque antes de la ley ya estábamos nosotras construyendo, transformando.
Nos queda mucho material que revisar, modificar, muchas bibliotecas en las que hacer limpieza, muchos espacios que redistribuir, muchos juegos que descubrir, muchos contenidos que recuperar o eliminar y muchos compañeros y compañeras que concienciar y sensibilizar, pero sabemos que estamos en el camino y que a pesar de no habernos sido fácil ninguna de las conquistas de nuestros legítimos derechos, siempre hemos conseguido avanzar.
En nuestras manos está la posibilidad de trasformar nuestras escuelas y eso es lo más bello de nuestro trabajo. Celebremos el día de la educación no sexista porque eso es reconocer que hay una educación sexista y que hay que acabar con ella.
Organización de Mujeres CI
Secretaría Federal de Géneros e Igualdad: Espacio Feminista de USTEA