Noticia publicada por El Correo de Andalucía:
La Consejería de Educación no cubre el 10 por ciento de las bajas de docentes tanto en Educación Primaria como en Secundaria en la provincia de Sevilla. Los datos, que son muy similares en las ocho provincias andaluzas, los ha proporcionado la propia Consejería en una respuesta parlamentaria que se publicó en el Boletín Oficial del Parlamento de Andalucía del 19 de agosto, si bien la orden de publicación es del 20 de mayo.
En la provincia de Sevilla se produjeron hasta esa fecha 556 bajas de maestros de Primaria, de las cuales se cubrieron 495. Esas 60 bajas no cubiertas suponen un 10,97 por ciento del total. En Secundaria, las cifras son parecidas: se cubrieron, según la Junta, 304 de las 334 bajas que se produjeron. El total de bajas no cubiertas es del 8,7 por ciento.
En toda Andalucía, el porcentaje de bajas cubiertas tanto en Primaria como en Secundaria es del 9,79 por ciento: de las 3.921 bajas que se produjeron se cubrieron 3.537. No se enviaron interinos a los centros en las 384 restantes.
Fuentes de la Consejería de Educación explican que la tabla que se incluye en la respuesta parlamentaria refleja los casos de bajas cubiertas con personal ajeno al centro. Es decir, con personas que están en las bolsas de trabajo. El resto, explican, se atienden con recursos propios de cada centro, o bien son bajas de una duración máxima de diez días, que no se pueden cubrir de acuerdo a la legislación de ámbito estatal.
USTEA valora las cifras sin medias tintas. «Son datos escalofriantes. Dan idea de la situación lamentable de la educación pública en Andalucía», resume el responsable de Acción Sindical de USTEA enseñanza, Pedro del Pozo.
«No me cuadran esos datos», comenta el presidente de ANPE-Andalucía, Francisco Padilla. «Teniendo en cuenta la cantidad de incidencias que se producen, entendemos que no se ajusta a la realidad. No es verdad que se cubran más del 85 por ciento de bajas con personal ajeno al centro», insiste.
Los representantes de ambos sindicatos coinciden en el diagnóstico de la situación. Padilla explica que «tenemos una doble limitación para cubrir sustituciones. Por un lado aplicamos normativa estatal, que es una obligación (y que impide cubrir las bajas durante los primeros diez días). Pero aquí tenemos otra limitación añadida, y esta vez impuesta solo por la Administración andaluza». Con esto se refiere a los cupos de sustituciones, «que entendemos que no pueden existir. Las bajas se tienen que cubrir, y con personal ajeno a los centros».
Pedro del Pozo, de USTEA, lamenta además que «en la Consejería parecen empeñados en crear una realidad virtual en la que todo está bien, en una actitud adolescente. Además, dan pocos datos y mantienen el oscurantismo».
El principal problema es, para los USTEA, el sistema de jornadas, de cupos horarios, que hace que cada centro disponga de un tope máximo que podrá cubrir. Con la explicación de dotar de mayor autonomía a los centros, explica Del Pozo, han creado «un sistema de coacción. La orden es muy clara: en el momento en el que sobrepasas las jornadas no puedes cubrir más». La consecuencia es, cuenta, que las directivas «priorizan las bajas».
El responsable de USTEA hace todavía dos puntualizaciones. Una, que «el Parlamento de Andalucía aprobó en marzo derogar la orden de cupos». Y dos, que «es falso cuando hablan de cubrir las bajas a partir de diez días», porque es entonces cuando empiezan a computar. «La media para cubrir una sustitución está en unos 25 días», afirma.