Ante la falta de ideas y la incapacidad de gestión, la Consejería de Educación saca de nuevo a pasear su maquinaria publicitaria y presenta el Plan de Éxito Educativo. A la luz de los datos del último informe PISA, podría ser sólo una ironía, si no supiésemos cómo funciona la administración andaluza.
Plan Escuela XXI, Documento Base para la Educación en Andalucía, Programa de Calidad y Mejora de los Rendimientos, la publicidad de la LEA, aquella propaganda que inundó los centros escolares que decía “Andalucía tiene un plan”… Pues eso, uno más.
Al leer con detalle el documento (76 páginas adornadas con fotos amables y coloridos esquemas), desafortunadamente encontramos pocas ideas frescas o innovadoras, y sí muchos “corta y pega” de anteriores publicaciones. La misma tostadora vieja, envuelta en un papel bien conocido.
Únicamente personas de poca memoria, almas cándidas o incondicionales hooligans de las políticas del PSOE, podrán ver en este documento lo que necesita la educación pública andaluza.
Una vez pasadas las 25 primeras páginas de análisis y justificación, con nula autocrítica, van surgiendo diferentes medidas repartidas en 6 apartados, a saber:
- Función docente y directiva.
- Formación.
- Metodología y currículum.
- Diversidad de intereses del alumnado.
- Evaluación y autoevaluación.
- Mayor participación para el éxito.
Medidas como…
Una apuesta por el reconocimiento del profesorado que se basa en publicidad en Canal Sur (TV y radio), y entrega de premios al Mérito Educativo. Ya, no esperen más: ¡estas medidas ya se recogían en el Plan Escuela XXI de hace 10 años!
Una idea potencialmente interesante, la de adaptar las plantillas a la realidad socioeconómica del contexto… Lástima, eso ya se les ocurrió en el Plan de Calidad. Sin embargo, ni una sola línea que hable de la contratación de nuevo profesorado.
Un sistema de acceso nuevo a la función pública, sin detallar, a pesar de ser una cuestión que no depende de la Junta de Andalucía, puesto que es competencia del Gobierno central.
Repite y refuerza el runrún del liderazgo pedagógico de directores y directoras, que ya se encuentra desglosado de parecida manera en los decretos que regulan los Reglamentos Orgánicos de 2010.
Todas las medidas sobre formación del profesorado que plantea este documento ya están recogidas en el Decreto de Formación del Profesorado de 2013, y en 3 años no se ha logrado implementar ninguna que haya sido útil para el profesorado. Medidas que el documento vincula expresamente al informe PISA y a la consultora McKinsey, dedicada al análisis económico: “El Informe McKinsey, a partir de la comparación de los 10 mejores sistemas educativos del mundo, destaca que el nivel educativo de un país depende de la formación, motivación y aprendizaje permanente de sus profesores y concluye que los rasgos comunes a los países que encabezan la tabla PISA son: contratar a los mejores profesionales docentes, sacar el máximo partido a la actividad docente y la intervención inmediata en cuanto los resultados del alumnado empiezan a bajar” Ahí es nada.
El cambio metodológico viene guiado por el mundo on line: portal web de buenas prácticas, base de datos para recoger los premios obtenidos por los centros andaluces, registro telemático de grupos de investigación, “Plataforma Andaluza de Recursos Educativos AGREGA”, mantener COLABORA, crear el DIGCOM, fomentar el uso de las TIC y las TAC en el marco del Plan Estratégico Digital en Educación…
Se habla de un nuevo Plan de Recursos Educativos derivados del Plan de Gratuidad de Libros, aunque por otro lado se apuesta porque cada niña y niño tenga libros gratuitos.
Vuelve a recogerse el Plan Estratégico de las Lenguas (con apuesta por el trilingüismo), así como todos los programas existentes:
- Programa Innicia de Cultura Emprendedora.
- Programa ALDEA de Educación Ambiental.
- Programas de Promoción Hábitos de Vida Saludable.
- Programa Vivir y Sentir el Patrimonio.
- Programa de Comunicación Lingüística.
Ni una palabra sobre aspectos fundamentales como la alfabetización científica o la cultura andaluza. O sobre la sobresaturación de los horarios docentes…
En resumen, más de lo mismo –de lo mismo que ya ha fracasado– pocas ideas nuevas, transformadoras e ilusionantes… Precisamente este es, sin duda, el mayor déficit que tiene la educación andaluza: la falta de ilusión. Una legión de familias desencantadas, de profesionales estresados, de alumnos desmotivados… y unos gestores educativos (políticos y cargos elegidos a dedo) inútiles, sin ideas y soberbios, que creen que por envolver lo de siempre en papel de regalo, ya han cumplido.
Como prueba de esta soberbia, el propio nombre del plan: ya se da por conseguido el éxito. Al parecer, el plan es tan efectivo que con solo nombrarlo se alcanzará. Y, de camino, se destierra el término fracaso. Parece que estos burócratas creen en los conjuros: lo que se nombra, existe y lo que no, no. El conjuro de las palabras.
Frente a esta caterva de prepotentes, opongamos nuestro trabajo y nuestra lucha. En las aulas, en los centros educativos, en cualquier espacio compartido en el que participemos. Sigamos moviéndonos, defendiendo y construyendo la escuela pública que queremos y en la que creemos.
Frente a su apatía, nuestras propuestas.
