Desde el sindicato USTEA hemos podido comprobar cómo en la provincia de Granada se desatiende gravemente a alumnado de origen migrante con necesidades de atención lingüística.
Esto quiere decir que existen alumnos y alumnas, cuyo dominio del idioma castellano es nulo o prácticamente nulo, sin personal capacitado para atenderlos desde el punto de vista del apoyo del idioma. Hemos comprobado que este tipo de alumnado sin atención se encuentra en prácticamente todas las etapas de la educación obligatoria, desde la educación primaria, como es el caso de dos alumnos en el CEIP Nuestra Señora de las Angustias de Huétor Vega, hasta la educación secundaria, tal y como ocurre nada más y nada menos que con 16 alumnos y alumnas en el IES La Contraviesa de Albuñol, de los cuales 5 de ellos llevan sólo unos pocos meses en España.
Para la atención lingüística de este tipo de alumnado existe un tipo de personal, antiguamente llamado ATAL, y ahora llamados puestos de interculturalidad. Pues bien, a día de hoy, y habiendo avisado los centros de sus necesidades educativas en tiempo y forma, los alumnos referidos continúan sin recibir este tipo de atención desde su llegada a los centros, que en muchos casos es desde principio del curso académico. La situación es paradójica, ya que por un lado la escolarización es obligatoria, pero por otro lado, la negligencia de las autoridades educativas (Consejería y Delegación provincial) hace que este alumnado no esté atendidido debidamente por no poder comunicarse en lengua castellana.
Ningún ATAL ni puesto de interculturalidad se ocupa de la adaptación lingüística de este alumnado, por lo que podemos decir que llevan más de tres meses aburriéndose y viendo hablar en un idioma extraño a sus profesores. Hay que decirlo claro: a este alumnado se les está negando el derecho a la educación y se les está haciendo ver que la escuela es una enorme pérdida de tiempo. Los responsables: Consejería de Educación de la Junta de Andalucía y Delegación de Educación de Granada. La poca o mucha atención que reciben estos alumnos y alumnas se debe al buen hacer de los centros, que en demasidas ocasiones tratan de cubrir con voluntarismo los desmanes de la administracion educativa.
Desde el sindicato USTEA denunciamos estos terribles hechos y esta negación del derecho a la educación de alumnos y alumnas, que es claramente una discriminación por su origen. Denunciamos que esta mala praxis de la Delegacion territorial y de la Consejería pone en peligro también el trabajo de los docentes en dichos centros, que son quienes tienen que enfrentar la realidad de un alumnado que se aburre en clase (por la sencilla razón de que no entiende nada o casi nada) y todos los problemas de convivencia que a partir de ahí se generan. Denunciamos que esta pasividad a la hora de facilitar la adaptación lingüística acelera la formación de auténticos “guetos” en las clases por razones puramente comunicativas.
Sorprendentemente los y las docentes de Andalucía nos vemos obligados a celebrar efemérides relacionadas con la interculturalidad, en contra de la discriminación, en contra del racismo, etc. pero cuando se trata de dar contenido a todos estos valores, vemos como la administración se quita de enmedio en demasiadas ocasiones y favorece justamente lo contrario: segregación y aislamiento.
