USTEA denuncia la venta de humo por parte de la Consejería y sus cómplices sindicales que tratan de manipular a la opinión pública y a la comunidad educativa.
USTEA no va a participar en simulacros y engaños que tienen por objeto desmovilizar al profesorado inmerso en un proceso reivindicativo en el que está llamado a participar en la jornada de huelga y lucha mañana 26 de octubre
El 11 de octubre USTEA, junto al resto de organizaciones sindicales con representación en la mesa sectorial de Educación, solicitó a la Consejera de Educación, doña Adelaida de la Calle, una reunión urgente para tratar de abordar la solución real a los problemas de nuestro sistema educativo. La Señora Consejera que tenga a bien recibirnos, aunque sea de forma tardía, forzada, y a menos de 48 horas de la jornada de huelga general convocada en la educación andaluza.
Queremos recordar que el pasado 7 de junio, y de cara al presente curso, desde USTEA solicitamos la celebración de una mesa sectorial extraordinaria para afrontar los graves problemas que azotan a la educación pública andaluza. Mesa que la Consejería decidió no convocar, a pesar de la urgencia de los temas a tratar y del propio reglamento, en un acto que bien pudiera calificarse de obstrucción a la labor sindical. No obstante, desde USTEA seguimos mirando hacia adelante, defendiendo y construyendo la escuela pública que queremos, como siempre hemos hecho.
La voluntad negociadora, Señora Consejera, se demuestra con hechos, no con palabras. Por ello, consideramos imprescindible partir de un análisis honesto de la realidad, más allá de esa realidad virtual construida a base de notas de prensa autocomplacientes en la cual parece instalada esta Consejería de Educación. Esta es nuestra propuesta inicial: abandonen la propaganda, dejen atrás el autobombo, superen los análisis acríticos.
Hace 11 meses, Señora Consejera, usted nos dijo que esperáramos a que pasara el 20-D, para negociar con una hoja de ruta y un calendario. Y aquí estamos, escuchando las mismas consignas huecas y similares frases cargadas de demagogia. Mientras, la disminución acumulada del presupuesto educativo andaluz en los últimos 4 ejercicios alcanza el 9%.
No vamos a aceptar más trampas, ni medias verdades o mentiras absolutas: demuestren de una vez voluntad política y compromiso con la ciudadanía andaluza y con el pueblo andaluz, dejen de hablar de gasto educativo cuando la educación es inversión, la inversión más importante que un gobierno puede acometer. Por mucho que se empeñen en enmascarar y camuflar las cifras, el Gobierno andaluz no invierte ni de lejos lo necesario en la educación pública andaluza. Ustedes repiten como un mantra que no pueden hacer todo lo que desearían porque falta dinero, entonces desde USTEA preguntamos: ¿qué margen real queda para negociar qué? Tengan claro que USTEA nunca va a participar en escenificaciones estériles que consolidan recortes y ahondan en el desmantelamiento de la escuela pública andaluza. Como penúltimo ejemplo de simulacro negociador valoramos lo acontecido con el anteproyecto de Ley de FP, elaborado sin la debida transparencia, de espaldas a la comunidad educativa, y desde la absoluta sumisión a los poderes económicos que anhelan la mercantilización de la educación. Por mucho que repitan la palabra participación, ésta no se va a materializar como por arte de magia, mientras no abran los cauces necesarios de diálogo con los trabajadores y las trabajadoras.
Y ahora vayamos por partes, y tratemos de analizar cada uno de los asuntos tratados –o más bien, nombrados- en esta reunión.
1º) Plantillas. El déficit de profesorado en Andalucía es ya endémico, lo cual repercute gravemente en la calidad de la enseñanza y afecta a la población andaluza más vulnerable. Grosso modo, el balance es contundente: en 2012 se despidieron 4500 docentes en Andalucía, desde entonces, ustedes dicen haber contratado a 1400 docentes más, es decir, el mismo número que ha sido despedido en estos años, a saber: 300 de FP, 300 de Infantil, 800 de Primaria. Por tanto, numéricamente hablando, estamos donde estábamos hace 4 años. Ante esta realidad, desde USTEA seguimos insistiendo en la urgente necesidad de un plan de contratación de profesorado que revierta esta pérdida de plantilla, ya consolidada.
Los apoyos, los desdobles, las optativas… son especies prácticamente en extinción: es imprescindible recuperar todas estas medidas de atención a la diversidad.
Por supuesto, a estas alturas nadie, o casi nadie, pone en duda que la aplicación de la LOMCE ha tenido efectos negativos sobre las plantillas, y que éstos van a aumentar debido a las medidas de segregación y selección del alumnado: secundarización de la Primaria, PMAR sin continuidad en 4º ESO, diferenciación en 4º Académico o Profesional, reválidas y un largo etcétera. Por eso pedimos, con más fuerza si cabe, negociar y alcanzar un acuerdo de garantías para la estabilidad del profesora interino.
Porque una oferta de empleo público insuficiente ni es creación de empleo, ni dota de estabilidad laboral, ni frena el creciente deterioro de la educación pública. No hablen más de oposiciones como creación de empleo. Repongan de verdad al menos el 100%, sin englobar en ese porcentaje las plazas que dejan para otro año o las correspondientes al acceso. Pongan en marcha concursos de traslados en condiciones, mediante la aplicación de criterios para la determinación de vacantes menos cicateros y que hagan realidad la conciliación de la vida personal y laboral a la vez que se estabilizan las plantillas, y por ende mejora la calidad educativa. Todos estos temas hay que abordarlos y negociarlos en mesa sectorial: el imprescindible aumento de plantilla por la aplicación de las 19 y las 18 horas en Secundaria, la oferta de empleo público por especialidades, la estabilidad del personal interino, las vacantes para traslados, y la conciliación de la vida personal y laboral de todo el profesorado.
2º) Ratios. Hay que aprovechar la bajada de natalidad para disminuir las ratios en las aulas, con todos los matices que queramos, y no para recortar -o ajustar, en el lenguaje usual de la Consejería- plantillas.
La generalización de las ratios excesivas es un desastre educativo y una auténtica estafa a la sociedad andaluza. Si hay que construir nuevos centros educativos, hágase. Si hay que aumentar plantillas, hágase. Si hay que disminuir los conciertos educativos, hágase, sin titubeos.
3º) Bajas y sustituciones. Hay que poner en marcha de forma inmediata las medidas que hagan falta para cubrir las bajas desde el primer momento, el alumnado no puede seguir perdiendo miles de horas de docencia por una gestión nefasta y por un sistema de sustituciones que limita el número de horas que un centro puede cubrir. Esto es demencial. Resulta inaceptable que autoimpuestos criterios de austeridad económica continúen dañando de forma irreparable a nuestro sistema educativo. Insistimos en que hay que derogar urgentemente la orden que regula las sustituciones en Andalucía, que data de 2010. Recordamos que en esta línea se ha expresado, en respuesta a la queja interpuesta por USTEA, la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz, así como el propio Parlamento de Andalucía.
4º) Horarios. Punto de partida: dos cursos hablando de transitoriedad, después de tres años de manifiesta ilegalidad. Nuestro planteamiento es claro: el respeto riguroso de las 25 horas regulares, sin supresión de ninguna de las actividades propias de la labor docente -coordinaciones, reuniones, tutorías, atención a la diversidad-, sin menoscabo de la calidad educativa, con el consecuente aumento de plantilla y sin recortar por otro lado. Es imprescindible abordar este tema en mesa sectorial ya, los centros no pueden seguir trabajando en estas condiciones. No aceptamos ni más instrucciones impuestas y contradictorias con normativas de rango superior, ni más trampas en el programa Séneca. Hay que actualizar y ajustar a la norma las actividades recogidas en Séneca, resulta escandalosa la pretensión de regular los centros a través de un programa informático. Por citar sólo el penúltimo ejemplo, este curso se incluye la tutoría administrativa de Secundaria en el tramo no regular, cuando se trata de una hora que forma parte del tramo regular. La cuadratura del círculo no es posible, sólo es posible aparentarla. No busquen más atajos, la solución a este problema pasa por aumentar una de las variables de la ecuación: el número de docentes.
5º) Conciertos educativos. Es el momento de que el Gobierno andaluz revise las conciertos educativos a la baja, para colocar a la educación privada concertada en su sitio, de acuerdo con el papel subsidiario que debe jugar frente a la pública. Desde USTEA solicitamos reducir las conciertos educativos a la mínima expresión posible, priorizando en todos los casos la oferta pública. Es, simplemente, una cuestión de voluntad política que el Gobierno andaluz, pese a los pactos sobre los que se sustenta, tiene la ineludible obligación de afrontar si aún le queda algo de responsabilidad.
6º) Dignificación de la labor docente. De verdad, no de palabra. Reversión de los recortes. Devolución de todas las cantidades adeudadas, sin plazos marcados por el calendario electoral. No a las detracciones económicas por enfermedad. No a la desmedida y creciente burocratización de la labor docente, que busca convertir al profesorado en autómatas acríticos. Evaluación de las condiciones de salud laboral y seguridad en los centros educativos. Formación dentro del horario regular. Democratización de los centros educativos, mediante la recuperación del poder de los consejos escolares y de la voz de los claustros, con una nueva normativa que elimine la estructura jerarquizada y reduzca la concentración de poder de decisión en una sola persona, director o directora, sin apenas herramientas de control por parte de la comunidad educativa. Mejora de las condiciones laborales del profesorado interino a través de la modificación negociada de la orden correspondiente, ya, sin más demoras: llevamos 5 meses de espera, desde la última vez que se nos convocó para este asunto.
Por último, desde USTEA advertimos que nunca vamos a comulgar con varitas mágicas en forma de pactos maquinados por las élites, de espaldas a los trabajadores y las trabajadoras y sus representantes. Cualquier pacto debe garantizar una serie de cuestiones, como el aumento sostenido de la inversión en educación. Todo lo demás sería, una vez más, vender humo.
Andalucía, 25 de octubre de 2016.