La operación lanzada por la resistencia palestina es respondida con bombardeos a zonas residenciales del centro de Gaza
La nueva escalada en la confrontación generada por la ocupación israelí de los territorios palestinos tiene un claro origen: la violencia sistemática ejercida durante más de 75 años por las fuerzas de ocupación sionistas y los colonos. No podemos olvidar que la Franja de Gaza sufre un bloqueo ilegal e inhumano desde 2007; que se han producido limpiezas étnicas de cientos de pueblos y aldeas palestinas desde 1948; que se impide el regreso a su hogar a millones de personas refugiadas; que se expropia de manera constante tierras, se contaminan o cierran manantiales, se arrancan árboles de cultivo y se queman cosechas;
A lo largo de estos años miles de palestinos y palestinas han sido secuestrados, encarcelados sin cargo, torturados en las prisiones sionistas donde se les impide el acceso a los servicios médicos y a los miles que han sido asesinados con total impunidad -más de 2.100 niños y niñas palestinas asesinadas por las fuerzas de ocupación israelís desde el año 2.000. Violaciones que han sido documentadas y registradas por multitud de organizaciones internacionales como Amnistía Internacional, Human Rights Watch y Save the Children, entre otras. Sin embargo, la “comunidad internacional” liderada por EEUU y seguida con entusiasmo por los países europeos han mantenido una actitud hipócrita y complaciente con los intereses sionistas.
A la operación conjunta de la resistencia palestina ha respondido el gobierno sionista con la amenaza de un severo castigo y con el inicio de una operación de represalia indiscriminada contra la población palestina que vive en Gaza, la cárcel a cielo abierto más grande del mundo. Una operación dirigida a castigar a un pueblo que ha causado ya más de 350 muertos y miles de heridos y que, sin lugar a duda, como ya pasó en la ‘Operación Plomo Fundido’ en 2008 y 2009, destruirá hospitales, colegios -ya se ha bombardeado un colegio de la UNWRA en Gaza-, centros de trabajo y otras muchas infraestructuras públicas vitales causando un gran impacto sobre toda la población.
Mientras, esa hipócrita “comunidad internacional” que convierte a la OTAN en una organización pacifista y aplaude y aprueba el envío de armas al gobierno ucraniano ante la invasión rusa, corre presta a ponerse del lado del invasor y colonizador israelí. Para la Confederación Intersindical no cabe la equidistancia. La ocupación israelí y el sistema de apartheid sionista es la mayor amenaza terrorista para la paz y la estabilidad de Oriente Medio. Los trabajadores y las trabajadoras palestinas exigen vivir en paz y en sus hogares para poder construir un futuro en libertad y sin sometimientos. El pueblo palestino merece vivir en paz y libre en su tierra.
¡PALESTINA VENCERÁ!
Confederación Intersindical | 8 de octubre de 2023
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