Por una Universidad Libre de Represión y Violencia

13 - junio - 2024 Comunicados de USTEA | Movilizaciones | Sociopolítico | Universidad

Comunicado de RED-US, sección sindical que agrupa a profesorado de SAT, USTEA y CGT en la Universidad de Sevilla

Por primera vez en democracia, un Rector de la Universidad de Sevilla ha pedido a la policía que entre en el recinto universitario para disolver una protesta política.
Lo ha hecho, además, para silenciar a un grupo estudiantil preocupado por los derechos humanos que protestaba contra el asesinato de casi cuarenta mil personas en Palestina.
Una decisión de esta envergadura histórica y moral resulta difícil de entender. Seguramente, ha influido el hecho de que este grupo de estudiantes exigiera al Rector que se sume a otras universidades españolas cancelando toda colaboración con universidades israelíes mientras siga el genocidio. Desviar la atención contra el estudiantado ayuda a ocultar su propia responsabilidad.
También es probable que haya influido la inmediata celebración de un acto para premiar a un antiguo Presidente del Gobierno a quien el Rector parece deberle mucho y que podría quedar empañado por las protestas estudiantiles.
Sea cual sea el motivo inconfesable, como miembros de la Comunidad Universitaria nos resulta especialmente inaceptable el comunicado del Rector recibido en el día de hoy intentando justificar sus actos represivos.
En este comunicado cita, literalmente, “la acampada establecida en el jardín” y “la ocupación de nuestros espacios” del “Rectorado y nuestro Campus de Humanidades” “en las últimas semanas”. El comunicado lo envía la vicerrectora de PDI y/o el vicerrector de investigación.


En relación a dicho comunicado, habría que señalar una serie de cuestiones:
En primer lugar, en un gesto indigno y manipulador insinúa que no se trataba de estudiantes sino de “un grupo de personas”. Es falso. La acampada y la ocupación han sido protagonizadas esencialmente por jóvenes estudiantes de nuestra Universidad sin perjuicio de que ocasionalmente hayan podido contar con el apoyo de otras personas. Son estudiantes, aunque el Rector no quiera reconocerlo.
En segundo lugar, en dicho comunicado no hace referencia a Palestina, sino a la “acampada”, como si el estudiantado hubiera hecho una acampada sin ningún motivo.
En tercer lugar, el Rectorado se apropia de los espacios, atribuyendo la exclusividad de “su” edificio central, “su” Rectorado y “su” Campus de Humanidades, como si el estudiantado no fuera miembro de “su” Comunidad Universitaria.
Con este comunicado, el Rector cruza todas las líneas rojas, asumiendo que el derecho a no ser molestado prevalece sobre el derecho a protestar, lo que sitúa al equipo rectoral en una línea de ultraderecha y fascista, donde la única opción es seguir adelante como si no pasara nada; este empuje ciego hacia delante ignora la mayor, que es el GENOCIDIO que Israel está cometiendo en Gaza, y la necesidad urgente e imperiosa de romper relaciones con las instituciones israelíes, a riesgo que la propia US pueda ser juzgada como cómplice en el delito de genocidio, que ahora estudia la Corte Internacional de Justicia.
El Rector se muestra orgulloso de llamar a la policía nacional para que expulse de manera violenta a SUS estudiantes de “su” universidad, por un intento de ocupación, rompiendo la línea autonómica y democrática que esta institución siempre ha tenido.
El Rector y su equipo abogan por una Universidad callada ante los crímenes de genocidio, y que sea, exclusivamente, una fábrica de títulos en la que el estudiantado no tiene más papel que obedecer pasivamente al profesorado y ser evaluado.
Por si fuera poco, el Rector miente cuando dice que reprime el ejercicio de las libertades ideológicas y de expresión y llama a la policía a interrumpir protestas estudiantiles “ante la responsabilidad ineludible de mantener el desarrollo de las actividades académicas programadas”.
Bien al contrario, es el propio Rector el que ha cerrado a cal y canto los edificios de la Fábrica de Tabacos, impidiendo la celebración de exámenes y otras actividades académicas. Al Rector no le importan las actividades académicas, que tampoco se veían alteradas por las protestas.