USTEA se posiciona firmemente contra los discursos claramente racistas emitidos desde diferentes organizaciones políticas y algunos medios de comunicación a raíz de los hechos acaecidos en Ceuta y Melilla desde el pasado 17 de mayo. Nos negamos a normalizar este tipo de opiniones totalmente opuestas a lo que debe ser una sociedad democrática e igualitaria.
La criminalización de las víctimas es una estrategia que siempre ha sido bandera de la ultraderecha, en este caso de las víctimas del sistema capitalista y de los procesos neocoloniales. Las personas que vienen desde África sólo tienen el objetivo de buscar una vida mejor a la que pueden conseguir en sus lugares de origen y eso es lo que les lleva a pasar un sinfín de penurias para conseguir su objetivo: llegar a Europa. Una Europa que se jacta de ser una defensora de los Derechos Humanos pero que no respeta ni los más básicos. La propia declaración universal de los DDHH dice en su artículo 13 que “toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado” y que “toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país”. Estos dos puntos básicos son pisoteados por el estados europeos (entre ellos el Estado Español) cerrando las fronteras a la gente que trata de buscar una vida mejor y pagando a países poco democráticos como Marruecos o Turquía para que gestionen la entrada a la vieja Europa en un proceso que se conoce como “externalizar las fronteras”.
El discurso reaccionario se ha centrado en dos cuestiones: por un lado deshumanizar a las personas que vienen, evitando por ejemplo usar la propia palabra “persona” y usando otras como migrantes (cuando no otras peores) y por otro lado hablar de una invasión, entrando directamente en un lenguaje bélico en el que, por supuesto, hay un bando bueno y un bando malo. Por desgracia, este discurso ya no está circunscrito a las organizaciones neofascistas sino que muchos medios de comunicación también están haciendo uso del mismo.
Hemos visto imágenes desgarradoras de niñas y niños pasando la frontera, bebés en el agua, gente desconsolada al conseguir su objetivo sabiendo que sus conocidos no lo han conseguido, pero aún así ese discurso de odio hacia las víctimas de este sistema inhumano sigue presente en nuestra sociedad. También se ha hecho mucho hincapié en las y los menores extranjeros no acompañados (MENAS) difundiendo mentiras sobre su situación en el país y estigmatizándolos como si fuesen una turba de vividores cuya intención no es prosperar y tener un vida mejor, sino delinquir. En USTEA conocemos bien la realidad de las y los MENAS en Andalucía y sabemos la falta de cariño que encuentran por parte de las administraciones y el interés que tienen por progresar y labrarse un futuro.
Cualquiera que pudiera hacerlo, se quedaría en su territorio, con su gente, a ganarse la vida. Bien lo saben las miles de personas de nuestro país que tienen que emigrar porque aquí no se les da las oportunidades que sí encuentran fuera. Somos un país de emigrantes y por eso duele aún más cuando se extiende un discurso tan injusto para con las y los que vienen de fuera y que no aplicamos a las y los que se van desde aquí. Debemos luchar contra estas lacras sociales que son el racismo y la xenofobia y contra las organizaciones y medios que las promueven. Desde USTEA nos oponemos y nos opondremos siempre a los discursos fascistas y de odio hacia estas personas víctimas de un sistema económico opresor y cuyo único delito es querer una vida mejor.