Desde USTEA manifestamos nuestro apoyo a las trabajadoras y los trabajadores de la plantilla de Airbus Puerto Real, y especialmente a quienes están llevando una acampada frente a la factoría desde el pasado 21 de abril.
Tras un tiempo de espera e inquietud, la reunión del Comité Europeo de Airbus (en su sede en Toulouse, Francia) del pasado 21 de abril concluyó sin que se produjera el temido anuncio del cierre de la planta de Puerto Real. El comité de empresa de dicha planta lo vendió como una suerte de “victoria” y desconvocó las movilizaciones planteadas para los siguientes días. Pero el silencio sobre el futuro de esta planta no significa la garantía de su supervivencia. Así lo entendieron numerosos trabajadores y trabajadoras de la plantilla, quienes, con el apoyo de CGT, iniciaron ese mismo día una acampada en la factoría.
No basta con palabras tibias que han acabado dando paso a un velo de silencio sobre el tema. Desde USTEA lo tenemos claro: nos sumamos a las reivindicaciones de la plantilla y exigimos un compromiso real, exigimos garantías, negro sobre blanco, de que no se va a cerrar la planta de Airbus en Puerto Real. Una exigencia que dirigimos especialmente al gobierno central: se trata de una empresa con grandes beneficios que ha recibido mucho dinero público y que cuenta con participación estatal.
Aprovechamos también para mandar nuestro apoyo a las y los trabajadores y sindicalistas de CGT detenidos por supuestos delitos de desórdenes en una movilización, en lo que es un clarísimo caso de represión sindical.
El probable cierre de la planta de Airbus de Puerto Real constituye un episodio más del desmantelamiento de la industria de la Bahía de Cádiz. Por eso desde USTEA apoyamos la demanda de la Confluencia Sindical de la Bahía de Cádiz de una reindustrialización de la bahía que ponga en el centro los derechos de la clase trabajadora. Pedimos carga de trabajo, pero trabajo cargado de derechos.