USTEA denuncia las condiciones de vida de las personas trabajadoras migrantes en Huelva y Almería

12 - diciembre - 2025 Congreso USTEA | Federación | Sociopolítico | USTEA denuncia

Resolución del XIV Congreso Federal de USTEA

Las condiciones de vida en los asentamientos de Huelva y Almería son extremadamente precarias y vulneran sistemáticamente los derechos humanos. ​ Las personas trabajadoras migrantes, esenciales para la industria agroalimentaria, viven en infraviviendas construidas con materiales desechados como plásticos, palets y cartón. ​ Estas viviendas carecen de servicios básicos como agua potable, electricidad y saneamiento, lo que las expone al frío en invierno, al calor extremo en verano y a riesgos como incendios. ​

En Huelva, los asentamientos están ubicados en municipios como Lepe, Lucena del Puerto, Moguer y Palos de la Frontera. ​ En Almería, se encuentran en Níjar y El Ejido, con diferencias en la distribución y características. ​ En Níjar predominan grandes diseminados de chabolas, mientras que en El Ejido hay infraviviendas dispersas entre los invernaderos. ​

Las personas que habitan en estos asentamientos enfrentan problemas como la falta de acceso a servicios básicos, insalubridad, inseguridad, exclusión social y discriminación. ​ Además, la ubicación alejada de los núcleos urbanos dificulta el acceso a bienes esenciales, transporte público y servicios de emergencia. ​ La situación afecta especialmente a mujeres, menores y personas jóvenes ex tuteladas, quienes sufren una mayor vulnerabilidad. ​

A pesar de algunos esfuerzos locales, como la creación de albergues en Lepe y Níjar, las soluciones habitacionales son insuficientes para atender la magnitud del problema. ​ La falta de coordinación entre administraciones y la ausencia de políticas públicas efectivas perpetúan esta crisis, dejando a miles de personas en condiciones indignas y sin acceso a derechos fundamentales. ​

La falta de recursos en los asentamientos de Huelva y Almería tiene un impacto devastador en la población migrante que reside en ellos. ​ Estas son algunas de las principales consecuencias:

  • Condiciones de vida indignas: La ausencia de servicios básicos como agua potable, electricidad y saneamiento obliga a las y los habitantes a vivir en infraviviendas construidas con materiales desechados, expuestos al frío, calor extremo, insalubridad y riesgos de incendios. ​
  • Salud deteriorada: La insalubridad y la falta de acceso a agua potable y servicios higiénicos contribuyen al aumento de enfermedades respiratorias, cutáneas y digestivas. ​ Además, la exclusión social y las condiciones de vida extremas afectan gravemente la salud mental, incrementando los casos de ansiedad y estrés. ​
  • Exclusión social: La ubicación remota de los asentamientos dificulta el acceso a servicios esenciales como educación, salud y transporte público, perpetuando el ciclo de pobreza y aislamiento. ​
  • Vulnerabilidad de colectivos específicos: Mujeres, menores y personas jóvenes ex tuteladas enfrentan una mayor exposición a la violencia, abusos y explotación debido a la falta de recursos y protección adecuada. ​
  • Impacto en la infancia: Las niñas y niños que crecen en estos asentamientos no tienen acceso a espacios seguros para su desarrollo, lo que afecta su bienestar físico, mental y emocional. ​
  • Limitación de oportunidades laborales: La falta de transporte público y la lejanía de los centros urbanos restringen las posibilidades de acceder a empleos fuera del sector agrícola, perpetuando la precariedad económica. ​

En resumen, la falta de recursos no solo condena a estas personas a vivir en condiciones inhumanas, sino que también perpetúa su exclusión social y económica, afectando su calidad de vida y vulnerando sus derechos fundamentales. 

Desde el sindicato USTEA apoyamos una serie de propuestas imprescindibles para mejorar las condiciones de vida en los asentamientos de Huelva y Almería:

  • Acceso a servicios básicos: Garantizar agua potable, electricidad y saneamiento en los asentamientos. ​
  • Alternativas habitacionales: Crear una red de albergues municipales y viviendas en alquiler social para evitar el sinhogarismo tras los desalojos. ​
  • Empadronamiento: Facilitar el registro en los municipios para garantizar acceso a derechos básicos y reducir la vulnerabilidad. ​
  • Coordinación interinstitucional: Establecer mesas intersectoriales con administraciones, organizaciones y agentes sociales para implementar soluciones sostenibles. ​
  • Salud integral: Desarrollar programas específicos para mejorar la salud física y mental, abordar determinantes sociales y garantizar atención médica adecuada. ​
  • Protección a colectivos vulnerables: Implementar programas para mujeres, menores y personas jóvenes ex tuteladas, incluyendo medidas contra la violencia de género y el sinhogarismo infantil. ​
  • Regularización extraordinaria: Facilitar la inclusión social y económica de las personas migrantes mediante la regularización de su situación administrativa. ​
  • Sensibilización y prevención: Promover eventos interculturales y campañas educativas para combatir el racismo, la xenofobia y la aporofobia. ​
  • Cambio estructural: Abordar el modelo agroindustrial desde un enfoque de derechos humanos, promoviendo alternativas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente y los trabajadores. ​

Estas propuestas buscan garantizar una vida digna, inclusión social y el respeto a los derechos humanos de las personas migrantes. ​